Resistencia a la corrosión: Los materiales utilizados deben ser resistentes a la corrosión causada por la exposición al aire marino y la salinidad del agua. Esto es especialmente relevante para elementos metálicos como acero y aluminio, que podrían deteriorarse más rápidamente en estas condiciones.
Impermeabilización y sellado: Es crucial contar con materiales y técnicas de impermeabilización adecuados para evitar filtraciones de agua y humedad que puedan afectar la estructura de la edificación.
Resistencia a la humedad: Los materiales seleccionados deben ser capaces de resistir la humedad constante y la alta humedad relativa que se encuentra en la zona costera.
Resistencia al viento y huracanes: Si la playa se encuentra en una región propensa a huracanes o fuertes vientos, es importante que los materiales y la construcción estén diseñados para resistir estas condiciones extremas.
Protección contra la radiación solar: Los materiales expuestos a una alta radiación solar deben tener propiedades de resistencia a la decoloración y al deterioro causado por los rayos ultravioleta.